Este 4 de agosto de 2025, el Supremo Tribunal Federal de Brasil (STF) ordenó la prisión domiciliaria del expresidente Jair Bolsonaro, en el marco de la investigación por su presunta participación en un intento de golpe de Estado tras las elecciones generales de 2022.
La medida fue dispuesta por el magistrado Alexandre de Moraes, quien argumentó que Bolsonaro violó reiteradamente las restricciones judiciales previas, incluyendo el uso de redes sociales para difundir mensajes intimidatorios y realizar declaraciones que presionaban al sistema judicial.
La resolución judicial establece que el exmandatario deberá cumplir la medida en su residencia en Brasilia, bajo condiciones estrictas:
Uso obligatorio de tobillera electrónica.
Prohibición de comunicarse con otros involucrados en el proceso.
Restricción total de visitas, excepto por autorización judicial.
Confiscación de sus dispositivos móviles y prohibición de contacto a través de terceros.
El expresidente es acusado de liderar una organización criminal que buscaba deslegitimar el resultado electoral y planear un golpe de Estado, incluyendo —según la Fiscalía— un presunto plan para asesinar al actual presidente Lula da Silva y a un magistrado del STF.
La decisión representa un giro importante en el proceso judicial que involucra a más de 80 personas, entre ellas militares y exministros, y que ha puesto a prueba la solidez democrática del país vecino.
El caso continúa en etapa de investigación y no se descartan nuevas detenciones o ampliaciones de cargos.
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